Con la llegada del frío a Oklahoma y gran parte del norte de Estados Unidos, muchos empiezan a planificar viajes a destinos más cálidos como Florida, Arizona, Texas, México y el Caribe. Esta migración anual, conocida como la "temporada de los jubilados que pasan el invierno en el sur", incluye a jubilados y a quienes se quedan por largos periodos, generalmente entre finales de octubre y principios de noviembre, para disfrutar de los meses de invierno, con la temporada alta entre diciembre y febrero. También incluye a familias y turistas que suelen viajar durante la semana de Acción de Gracias y, sobre todo, en las dos últimas semanas de diciembre, cuando las escuelas y los centros de trabajo cierran. Además, hay quienes viajan para las vacaciones de primavera y los grupos de jóvenes suelen partir a finales de enero o principios de febrero, siendo las semanas de mayor afluencia turística entre febrero y mediados de marzo.
Si bien viajar es una excelente manera de relajarse, explorar y pasar tiempo con los seres queridos, también conlleva ciertos riesgos para la salud que es importante tener en cuenta antes de empacar. Cuando hay más personas viajando, aumenta la probabilidad de contagio de ciertas enfermedades. Algunas de las afecciones que los expertos en salud vigilan de cerca durante la temporada de viajes incluyen:
- Gripe: Los casos suelen aumentar tras las reuniones y los viajes durante las fiestas. Se espera que la vacuna de este año ofrezca una mayor protección.
- COVID-19: Sigue circulando, aunque es mucho más manejable con vacunas, dosis de refuerzo y pruebas caseras.
- Enfermedades respiratorias como el VSR: Pueden propagarse rápidamente en entornos de viaje concurridos.
- Enfermedades transmitidas por mosquitos como el dengue y el chikungunya: Son más comunes en destinos tropicales, pero este año son tendencia mundial y se pueden contraer fácilmente en el país de origen.
- Enfermedades transmitidas por alimentos y agua (como la hepatitis A o infecciones gastrointestinales): Pueden ocurrir al comer o beber en entornos nuevos.
Si usted o su familia planean viajar este otoño o invierno, tenga en cuenta estos pasos para mantenerse saludables:
- Mantén tu esquema de vacunación al día: las vacunas contra la gripe, la COVID-19 y las dosis de refuerzo para otras enfermedades como la tos ferina son especialmente importantes. Si viajas al extranjero, verifica si necesitas vacunas adicionales, como la de la hepatitis A o la fiebre amarilla.
- Practique la seguridad alimentaria e hídrica: lávese las manos con frecuencia, beba agua embotellada o tratada cuando se recomiende y tenga precaución con los alimentos crudos o poco cocinados.
- Protéjase de los mosquitos: utilice repelente de insectos aprobado por la EPA, use mangas largas y pantalones cuando sea posible y elimine el agua estancada alrededor del lugar donde se hospeda.
- Empaca de forma inteligente: Lleva contigo mascarillas para espacios cerrados, desinfectante de manos, medicamentos básicos y cualquier medicamento recetado en sus envases originales.
- Esté atento a los síntomas después de regresar: Si presenta fiebre, tos, sarpullido o malestar estomacal en las semanas posteriores al viaje, comuníquese con su proveedor de atención médica e infórmele dónde ha estado.
- Consulte a una enfermera viajera del Departamento de Salud de Tulsa antes de viajar internacionalmente: llame al 918-582-9355 o ir en línea Para programar una cita, nuestras enfermeras pueden proporcionarle un paquete de viaje con recomendaciones de vacunas personalizadas, consejos de salud e información de seguridad para mantenerlo protegido tanto durante el viaje como al regresar a casa.
Viajar durante los meses más fríos es una tradición para muchos, ya sea para escapar del frío, visitar a la familia o disfrutar del sol. Tomando algunas precauciones sencillas antes y durante el viaje, puedes protegerte a ti mismo y a quienes te rodean de contraer enfermedades al regresar a casa.